Historia IP Santo Tomás

El IP Santo Tomás fue creado en 1987 y obtuvo su autonomía, reconocida por el Consejo Superior de Educación (CSE), en diciembre de 2000, cuando contaba con cinco sedes. Hasta esa fecha, el IPST tuvo una gestión independiente del resto de las instituciones Santo Tomás. Entre 2001 y 2003 su dirección superior se integró con la del Centro de Formación Técnica Santo Tomás (CFTST).

A partir de 2004, se efectuó el traspaso de diversas carreras técnicas desde el CFTST hacia el IPST, para concentrar en esta última las carreras técnicas y profesionales de una misma área. Lo anterior implicó la apertura de siete sedes del IPST en ciudades donde ya existía el CFTST, alcanzando así 16 sedes a nivel nacional en ese período.

Desde el año 2005 ha participado en las distintas instancias de aseguramiento de la calidad, logrando la acreditación institucional en cinco oportunidades y avanzando sostenidamente en la certificación de sus carreras.

Misión

Contribuir al desarrollo sostenible del país, y transmitir conocimiento mediante la formación de personas a lo largo de la vida, inspirada en valores cristianos, la vinculación con el medio y la innovación.

Visión

Ser un Instituto Profesional reconocido por su compromiso con la transformación de sus estudiantes y el desarrollo sostenible de las comunidades con que se vincula, y una gestión de excelencia.

Valores Institucionales, de inspiración tomista

• Amor a la verdad: Consiste en comprender la realidad de las cosas (saber teórico), para lo cual se promueve el pensamiento crítico; y en actuar siempre con prudencia (saber práctico); esta virtud consiste en la capacidad de discernir lo que está bien y lo que no y en obrar en consecuencia: con integridad.
• Excelencia y esfuerzo: Consiste en hacer las cosas bien. El hábito del trabajo bien hecho, la excelencia, siempre resulta del esfuerzo personal perseverante que potencia nuestras capacidades.
• Fraternidad y Solidaridad: Consiste en valorar, acoger y apoyar como comunidad Santo Tomás a todas las personas y actuar siempre fomentando el sentido de bien común y el espíritu de servicio que promueva el compromiso ciudadano.
• Respeto e Inclusión: Consiste en tratar a cada persona de manera adecuada, acogiéndola e integrándola positivamente en orden a incrementar su riqueza como persona.